Duelo y silencio por la muerte de Cristo en las calles de Motril

IMG_2367_1A las siete y media ya se empezaba a formar bullicio en la iglesia Mayor y en sus alrededores. La gente esperaba a las puertas del templo para ver a las dos hermandades que ayer procesionaban; la hermandad del Santísimo Sacramento y cofradía del Santo Sepulcro y Ntra. a Sra. de los Dolores y la Muy Antigua Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús y Primitiva y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Vera Cruz (Cristo de la Expiración) y María Santísima del Valle.

El cortejo de nazarenos por un lado, las camareras por otro, las cuadrillas de costaleros de cada uno de los pasos por otra parte y las demás personas que allí estaban llenaban el templo, preparando todo para el Viernes Santo en Motril.

Eran las ocho y media cuando la cruz guía de la Vera Cruz salía a la plaza de la iglesia y se encaminaba hacia Plaza España, abarrotada de gente que no se quería perder la bajada de las imágenes desde la iglesia. Detrás, dos campanillas anunciaban su paso por las calles motrileñas y las tenues velas de los farolillos de los nazarenos eran las únicas luces que alumbraban el camino. Detrás del paso, este año sin la compañía de la Virgen del Valle, diferentes nazarenos portando cruces de madera cerraban el cortejo.

El paso de la Vera Cruz salía minutos después con el Cristo inclinado hacia atrás para poder pasar por la puerta de la iglesia. Pocos escalones separan la iglesia Mayor de la plaza de España, pero sin duda unos escalones que traerán malas consecuencias para la Hermandad de la Vera Cruz. Al salir el Cristo por la puerta de la iglesia, se le debe de poner a la cruz un pasador que la sujete en su posición y aguante la bajada de las escaleras. Este ha sido el segundo año consecutivo que el pasador no se ha puesto, las consecuencias han sido que el Cristo se fuera hacia delante- de golpe- durante la bajada al no estar sujeto y que la plaza entera contuviera el aliento. El año pasado el Cristo sufrió una rotura en una de las muñecas, este año no tiene daños aparentes aunque en la parte trasera de la cruz se puede ver- fijando la vista- una pequeña grieta.

Media hora después, la cofradía del Santo Sepulcro y la Virgen de los Dolores volvía a abrir sus puertas para salir a la calle.La plaza de España estaba llena cuando, a las nueve de la noche, la cruz guía de la cofradía bajaba las escaleras de la iglesia de la Encarnación.Un gran cortejo de penitentes blancos y negros precedía el paso del Cristo que bajaba más tarde las escaleras de la iglesia. Representantes de las autoridades del Ayuntamiento, de las distintas hermandades y representantes de los cargos militares de la ciudad cerraban el cortejo del Santo Sepulcro para dar paso al de la Virgen de los Dolores.

Numerosos penitentes vestidos de blanco y negro, una gran participación por parte de los más pequeños, y largo cortejo de camareras formaban cortejo de Ntra. Sra. de los Dolores que salió a la calle sobre las diez menos cuarto de la noche.

Ambos pasos, que junto al paso de la Buena Muerte son los únicos de motril portados sobre trabajadera malagueña, se dirigieron dirección plaza de los Agustinos para presentar sus respetos a los titulares del Miércoles Santo. En todo momento, las imágenes estuvieron arropadas por el pueblo de Motril

El paso de la Vera cruz era guiado por un único tambor que marcaba el paso de los jóvenes costaleros, mientras que el Sepulcro estaba guiado por tres instrumentos de viento que interpretaban marchas de capilla a su paso por las calles.

La Vera Cruz pedía la venía pasadas las nueve y cuarto de la noche, mientras que una hora más tarde lo hacía el Sepulcro. En esta última, el paso del cristo paró al inicio de carrera para que el hijo bebé de uno de los costaleros golpeara a la campana de plata y llamara al paso. La Virgen de los Dolores entraba poco más tarde para mostrar su paso restaurado y el nuevo palio.

Pasadas las once de la noche, la hermandad de la Vera Cruz volvía a la plaza de España para regresar a su templo. En los laterales de la escalinata de subida a la iglesia, la gente miraba escéptica el trono, “se cae, otra vez se cae”. Pero esta vez en la subida no se movió la Cruz. Los jóvenes costaleros que subieron el paso lo hicieron sin dudarlo y de una vez. Al final de la estación de penitencia, el paso regresaba casi intacto al templo; uno de los pasos más admirados por los motrileños por reflejar en sus costados, entre otras virtudes, las frutas que crecen en la tierra, la chirimoya.

Una hora más tarde, la cruz guía del Sepulcro pasaba por mitad de la plaza España para llegar al templo y cerrar el Viernes Santo. El Cristo, en su urna de plata y cristal, esperó a su Madre en el centro de la plaza, para avanzar juntos hacia su casa.

En ese momento las primeras gotas empezaron a caer y el camino hacia el templo de hizo algo más rápido. En el momento en el que las dos imágenes se habían recogido, una cortina de agua empezó a mojar las calles de Motril.

Esta noche, las imágenes de Ntra. Sra. de la Soledad y Cristo Yacente saldrán a las ocho de la tarde, para escenificar el último día de duelo por la muerte de Cristo.

Ver galería del Viernes Santo en Motril

 Redactado el 28 de marzo de 2013

Publicada en GranadaDigital Semana Santa 2013

Deja un comentario